‘Construyendo Bilbao’ era el título elegido para la segunda ponencia englobada dentro de la primera jornada del programa Innova Bilbao 2016. Ibon Areso, exalcalde de Bilbao, recogía el testigo dejado por Loquillo y continuaba con una conferencia sobre la evolución de la ciudad, que ha sufrido una transformación radical en las dos últimas décadas, pasando de ser una urbe eminentemente “industrial, fea y contaminada” a una ciudad cuya base económica se sustenta en el sector servicios y ofrece una cara “amable”, según palabras del representante político.
Para superar esta transición, la Villa fundada por Don Diego López de Haro, realizó su primer plan estratégico con la finalidad de cambiar el modelo de ciudad y la base económica de su futuro. Para ello, se apostó por un modelo basado en el sector terciario, con un tejido industrial más competitivo y diversificado, permutando personas por tecnología.
Esta planificación estratégica para transformar la ciudad siempre se hizo buscando el bienestar de los ciudadanos bajo dos premisas, por un lado que fuera una “ciudad agradable para vivir y logrando un mayor nivel de renta de los ciudadanos”, comentaba Areso.
El cómo de ese cambio
La adecuación infraestructural, la regeneración medioambienal, la inversión en recursos humanos y el impulso cultural, fueron los principales pilares de esa primera planificación urbanística y estratégica de Bilbao.
De la ciudad marrón a la ciudad verde
“Quisimos orientar la ciudad hacia el río. Antes le daba la espalda. Teníamos que pasar de la ciudad marrón a la ciudad verde. No teníamos un río, sino una cloaca navegable. Hemos recuperado el oxígeno y la vida del río”, matizaba el exalcalde de la Villa.
De la ciudad amable a la ciudad inteligente
Lo peor de una urbe es morir de éxito, dormirse en los laureles. Por este motivo, en la actualidad, Bilbao se encuentra inmersa en un segunda plan estratégico de transformación con la finalidad de pasar de la “ciudad amable a la ciudad inteligente” con el objetivo de seguir avanzando e innovando para construir una ciudad más competitiva y creativa.
Una mujer del público le pregunta a Areso: ¿Cómo se va a hacer ese cambio de ciudad amable a inteligente? El exalcalde le responde con un tono de complicidad: “Necesitaría otra media hora para explicarlo”.